Las personas somos muy quejicas por naturaleza. Pero en situaciones de crisis como la que estamos viviendo hay personas que, además, entran en bucle. No paro de ver últimamente empresarios quejándose de que les obligan a cerrar sus negocios, que no pueden facturar… Y están en todo su derecho pero solamente con quejarnos no vamos a salvar nuestro negocio.
Algunos optan por pedir más y más préstamos al banco, endeudándose cada vez más, con la esperanza de que en algún momento volverá la antigua normalidad pero eso tampoco salvará sus negocios.
Yo opto por reinventarnos. Y eso significa buscar nuevas formas de ganar dinero. No podemos cambiar lo que sucede a nuestro alrededor pero podemos cambiar nuestra actitud y transformarnos.
Es cierto que existen algunos negocios que sí o sí requieren desempeñarlos de forma presencial pero hay otros que no y se aferran a seguir haciéndolo todo como siempre y ahí es donde está el problema, a no querer evolucionar. Pero señores, vivimos en cambio constante y el futuro que se preveía más digitalizado ya ha llegado.
Así que creo que es el momento o de reinventar nuestros negocios o reinventarnos nosotros mismos como profesionales.
Así que si has decidido reinventarte laboralmente (aunque pueda parecer imposible) mis recomendaciones son:
- Conoce tus aptitudes y habilidades: En mi camino del emprendimiento, si hay un aprendizaje que me ha servido de ayuda, es el autoconocimiento. Conocer cuáles son tus puntos fuertes te mantiene motivado y seguro de ti mismo.
- Deja las comparaciones a un lado: Otra de las grandes lecciones del emprendimiento es que cada uno lleva su propio ritmo. Ten paciencia y no te desesperes.
No esperes pasivo a que alguien venga a solucionarte los problemas, busca oportunidades. Y si por ti mismo no ves la salida te recomiendo que busques asesoramiento externo.