No siempre te despiden. A veces no hay ni siquiera una conversación formal o explicaciones. Simplemente te van empujando hacia la puerta despacio, casi sin que puedas señalar un momento…
Una de las razones que me impulsó a emprender fue que estaba cansada de aguantar prácticas ilegales y de trabajar en empresas donde los valores éticos eran poco más que…
